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"Big brother" ya no te puede mirar (tanto)


Cuando el pasado 10 de abril, Mark Zuckerberg afirmaba con tono amargo, ante el Senado de Estados Unidos, que “Los europeos tenían razón sobre ciertas cosas”; es fácil imaginar que una sonrisa de satisfacción se dibujó en los rostros de los responsables de la Comisión europea.

Una de las voces con más peso en los conocidos como GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon…) reconocía, muy a su pesar, la labor que el organismo comunitario lleva desarrollando durante años; y constataba que contrariamente a las muchas críticas recibidas por parte de la administración americana, mucho menos intervencionista en este asunto; la Unión Europea podía ser considerada como modelo en la protección de los derechos de los usuarios de estas grandes plataformas.

El escándalo de Cambridge Analytica, que ha afectado a al menos 2,7 millones de europeos, ha podido ser la gota que colmaba el vaso. En palabras de la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, este descubrimiento cambiaba radicalmente el planteamiento de la gestión de datos que hasta ese momento se tenía, y planteaba nuevos escenarios, necesitados de una legislación europea aún más reforzada y específica.

Los esfuerzos se han redoblaban en este sentido, pero la lucha en este campo no es nueva. Fruto de esta labor entrará en vigor, el próximo 25 de mayo, la reforma del conocido como “Reglamento general de protección de datos” aprobado por la Comisión europea y que supone un endurecimiento sin precedentes en esta materia, colocando a la Unión Europea a la vanguardia mundial.

Las principales novedades que se aportan en este texto se traducen en que sus normas afectarán a todas las empresas que operen en territorio europeo, sea cuál sea su sede; se impondrán nuevas medidas de transparencia que permitirán conocer los logaritmos utilizados por gigantes como Google para ordenar sus búsquedas; ONGs y administraciones públicas podrán emprender acciones legales en nombre de los ciudadanos europeos; o la apuesta por el reforzamiento de la labor llevada a cabo por las conocidas como autoridades de protección de datos.

Sin embargo, son muchas las voces que desde el Parlamento europeo han señalado que se necesitan medidas aún más restrictivas. La mayoría de grupos parlamentarios lo valoran como un primer buen paso, pero reclaman más disposiciones que pongan el foco en cuestiones como el consentimiento o la geolocalización de estas aplicaciones. Además, abogan por intensificar la labor de investigación de la Comisión Europea que, hasta ahora, ha concluido con una sanción a Google por abuso de posición dominante, o con el mandato de reembolso de ventajas fiscales indebidas de las que se beneficiaron Apple y Amazon. 

Para ello reclaman que se acabe con la situación de paralización de diversos dossiers de trabajo, que se encuentran en situación de “stand by” debido a la falta de unanimidad de los países miembros. También, la cámara parlamentaria europea reclama un papel de fiscalización central para sí misma. El vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip, trasladó de manera personal al todopoderoso Mark Zuckerberg la necesidad de que también rindiera cuentas ante la máxima cámara de representación europea. Sin embargo, por el momento esta petición no ha recibido ninguna respuesta.

La ofensiva europea es una realidad. La Unión Europea puede ser considerada a día de hoy como adalid de la protección de datos en las nuevas plataformas digitales, una nueva realidad que empieza a encontrar su encaje jurídico. No obstante, el reto es mayor por lo que se necesitará el esfuerzo de todos los actores europeos implicados, con el fin último de preservar la libertad y privacidad de la ciudadanía, ya no sólo europea, sino mundial.