In this book, we explore why, according to several surveys, most natives are reluctant to grant social rights to immigrants. We focus on the role of reciprocity, particularly how natives value immigrants’ fiscal contributions. Due to structural barriers such as lower wages and irregular payments, it can be difficult for them to become positive fiscal contributors in the short term. If natives prioritize fiscal contributions when determining immigrants’ access to welfare benefits, this may perpetuate economic inequality.
We conducted an experiment in three countries to investigate this. We find that natives are less supportive of granting full social rights to immigrants who are negative fiscal contributors—those receiving more in public services than they pay in taxes. Notably, high-income earners and individuals concerned about the sustainability of the welfare state react more negatively to extending social rights to immigrants. Contrary to common assumptions, we demonstrate that, even when informed about immigrants’ positive intentions and the structural barriers they face, natives continue to penalize them for being a fiscal burden.
Moreover, our research high-lights that the penalty for being a negative fiscal contributor is higher for immigrants than for natives. In conclusion, economic inequality, which results in immigrants facing economic disadvantages, often renders them negative fiscal contributors in the short term, deprives them of the public support necessary to access social rights. This book has important implications for contemporary debates on the extension of social rights to immigrants.
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En este libro, exploramos por qué, según varias encuestas, la mayoría de las personas nativas son reacias a conceder derechos sociales a los inmigrantes. Nos centramos en el papel de la reciprocidad, en particular en cómo las personas nativas valoran las contribuciones fiscales de los inmigrantes. Debido a barreras estructurales como salarios más bajos y pagos irregulares, puede ser difícil para los inmigrantes convertirse en contribuyentes fiscales positivos a corto plazo. Si las personas nativas priorizan las contribuciones fiscales a la hora de determinar el acceso de los inmigrantes a las prestaciones sociales, esto puede perpetuar la desigualdad económica.
Hemos llevado a cabo un experimento en tres países para investigar este fenómeno. Hemos encontrado que las personas nativas son menos favorables a conceder derechos sociales plenos a los inmigrantes que son contribuyentes fiscales negativos, es decir, aquellos que reciben más en servicios públicos de lo que pagan en impuestos. Destaca especialmente que las personas con altos ingresos y aquellas preocupadas por la sostenibilidad del estado del bienestar reaccionan más negativamente a la ampliación de los derechos sociales a los inmigrantes. Contrariamente a lo que se suele asumir, demostramos que, incluso cuando se informa a las personas nativas sobre las intenciones positivas de los inmigrantes y las barreras estructurales que enfrentan, estas continúan penalizándolos por ser una carga fiscal.
Además, nuestra investigación subraya que la penalización por ser un contribuyente fiscal negativo es mayor para los inmigrantes que para los nativos. En conclusión, la desigualdad económica, que coloca a los inmigrantes en una situación de desventaja económica y a menudo los convierte en contribuyentes fiscales negativos a corto plazo, les priva del apoyo público necesario para acceder a los derechos sociales. Este libro tiene importantes implicaciones para los debates contemporáneos sobre la extensión de los derechos sociales a los inmigrantes.