La Fundación Catalunya Europa celebró su Conferencia Anual 2025 coincidiendo con los treinta años del impulso del diálogo euromediterráneo surgido en Barcelona. El acto puso el énfasis en el papel de las ciudades en la gobernanza mediterránea y en los retos compartidos entre ambas orillas.
La directora de la Fundación, Dolors Camats, abrió la sesión recordando que la FCE trabaja como espacio de encuentro para el debate europeo y para actualizar el legado de Pasqual Maragall. Repasó las principales líneas de actividad del año y contextualizó la conferencia en el marco del 30.º aniversario de la Declaración de Barcelona.
En este mismo espacio se llevó a cabo la entrega de los Premios Legado Pasqual Maragall 2025, que reconocen trabajos académicos vinculados a las áreas de investigación y pensamiento de Maragall. Los premiados fueron Flora Ibáñez de León, Mikel Berra Sandin y Albert Santasusagna Riu, en las categorías de Grado, Máster y Legado PM, respectivamente.
El diálogo: ciudades, cooperación y futuro mediterráneo
El historiador y premio Legado Pasqual Maragall 2020, Òscar Monterde, ofreció un análisis de los treinta años transcurridos desde la Declaración de Barcelona. Contextualizó aquel momento y repasó los principales elementos que han condicionado el desarrollo del partenariado euromediterráneo: la evolución política, las desigualdades, la situación en Palestina, el cambio climático y la transformación del papel de las ciudades en la escena internacional.
Posteriormente, la periodista Cristina Mas moderó el diálogo central de la jornada, con la participación de Mustafa Hijazi, alcalde de Saïda; Clare Hart, presidenta de MedCities; Neila Akrimi-Kemperman, directora del CILG-VNGi; y Maria Eugènia Gay, teniente de alcaldía de Barcelona.
Mustafa Hijazi explicó la situación de las ciudades del Líbano y la necesidad de reforzar la colaboración internacional y el papel de las organizaciones sociales en entornos de alta complejidad.
Clare Hart destacó la labor de las redes de ciudades mediterráneas y subrayó que la migración continúa siendo un elemento central del debate mediterráneo y un ámbito en el que las ciudades actúan en primera línea.
Neila Akrimi-Kemperman resaltó la vigencia del proyecto iniciado en 1995 y defendió la necesidad de incorporar a los gobiernos locales en todas las fases de diseño e implementación de las políticas mediterráneas.
Por su parte, Maria Eugènia Gay insistió en que el nuevo pacto de la UE con el Mediterráneo debería incorporar de manera explícita la contribución municipal, especialmente en materias como acogida, vivienda, movilidad y políticas sociales.
La presidenta de la Fundación, Airy Maragall, clausuró la Conferencia recordando los cuarenta años de la entrada de España en la Unión Europea y los avances logrados desde entonces. Destacó que el proyecto europeo continúa en evolución y que su credibilidad ante la ciudadanía depende de un refuerzo de la acción social, ambiental y tecnológica, así como de un mayor reconocimiento del papel de las ciudades y las administraciones locales.
Subrayó que el Mediterráneo forma parte inseparable del proyecto europeo y del legado de Pasqual Maragall, y agradeció el apoyo de patronos, instituciones, entidades y colaboradores que hacen posible la labor de la Fundación.